miércoles, 7 de febrero de 2007

Operación "Todo Mentira"

Confieso que algunas de las cosas que les he contado son algo fantasiosas. Por ejemplo, no soy un tipo atlético, alto y guapo. A menos que me engañe el espejo y que la cinta métrica esté trucada, soy un tipo bajito, delgaducho y francamente feo. En las reuniones sociales me sitúo en una esquina para evitar que la gente me vea de lado: si la nariz creciera en lo alto del cráneo probablemente podría jugar al baloncesto. Mi nariz es más larga que mi órgano sexual en todo su esplendor y eso que mis escasísimas amantes nunca se han quejado de que "soy cortito de aquéllo". Soy calvo, mi escaso pelo es la mejor muestra de que compartimos genes con el ratón y mis piernas... bueno, en el cole, entre otros apodos menos caritativos, me apodaban "el pato". Si alguna lectora se había hecho ilusiones sobre mí ruego que me disculpe. Pero no me compadezcan; guárdense esos sentimientos para Uds por si los necesitan. El ser bajito - si me estiro creo que podría llegar al metro y medio - tiene sus ventajas: en las reuniones sociales siempre hay alguna dama caritativa y escotada que se acerca a hablarme. En esos momentos mis ojos suelen estar exactamente a la altura de su escote y disfruto contemplando discretamente - en éso soy un puritano - un nuevo valle inexplorado. Estos juegos me divierten tanto a mí como a ella: siempre he pensado que la anticipación del sexo es más satisfactoria que el orgasmo. Algo así ocurre con los viajes.

Pero es verdad que infundo el terror en el sector inmobiliario porque mis operaciones sí son reales y sigo siendo el Robin Hood del Ladrillo.

Mi operación "Todo Mentira" tuvo lugar en el Sur. Habrán oído hablar de la diputada laborista inglesa que ejerce de terrateniente en nuestras tierras. A mí ésto no me parece mal: Inglaterra es pequeña y la propiedad está tomada desde la invasión normanda así que la clase media inglesa - un laborista inglés puede muy bien ser un "tory sin tierras" - viene a España a ejercer de "landowner". Eso explicaría la invasión de Iraq: Tony Blair aspiraba, a lo mejor, a ser terrateniente.

El Sur de España es como el Norte - en este país hay mucho mito - pero con muchos menos percebes y más vallas. En el Norte las vallas son para evitar que salgan las vacas; en el Sur no hay vacas, así que las vallas son para que no entren las personas. Muchas de esas vallas encierran muchas hectáreas de terreno e incluyen, normalmente, un cortijo alejado de las poblaciones cercanas. Esto tiene sus ventajas.

No dejen correr su imaginación mientras piensan que robé de algún modo a la diputada laborista. No, esta señora no ha hecho nada ilegal y por tanto no entra en mis planes. Además los laboristas, a excepción de Tony, me caen simpáticos. Mis víctimas son siempre gentes del chorizeo inmobiliario, cuanto más corrompidos y más brutos mejor. Desde luego no parece haber riesgo de que me quede sin "clientes" un dia de éstos. Pero la diputada inglesa, que por lo visto no se comporta demasiado bien con sus vecinos, me vino a le memoria el día que Pepe, uno de mis colaboradores en Andalucía, me llamó para decirme que un industrial inglés acababa de comprar un cortijo. La información me pareció prometedora así que le pedí a Pepe más datos y sobre todo que se informara sobre los hábitos del inglés.

Ahora le pido, estimado lector, que se detenga un momento a meditar: ¿qué haría Ud. con esta información? y sobre todo... ¿cuál es la clave entre las palabras de mi simpático colaborador?

Veamos... si ha contestado Ud. "cortijo" es mejor que siga Ud. con su profesión actual; si ha contestado Ud. "inglés", enhorabuena pero aún le quedan a Ud. años de preparación para dedicarse a lo mío. Pero si ha contestado Ud. "acababa de" mis felitaciones más efusivas: es Ud. todo un Robin Hood en potencia. Anímese, hay un gran campo en mi tipo de trabajo. No, no me preocupa la competencia: calculo, así a bote pronto, que en España hay mercado para unos diez mil Robin Hood, ...solamente en la especialidad del ladrillo. Con el tiempo incluso podíamos formar un partido político o por lo menos una asociación y celebrar nuestra convenciones en Marbella.

Al cabo de unos pocos días, Pepe me llamó con buenas noticias. Esto no debería sorprenderle, paciente lector, pues por una cuestión de orgullo profesional tiendo a contar sólo las operaciones exitosas. Resulta que el inglés pasaba la mayor parte de su tiempo en Londres - esto es normal en un inglés, créanme - y había comprado el cortijo con vistas al cercano retiro. Así que en el cortijo, bastante alejado de cualquier población, vivían únicamente el guarda y su mujer.

Comprendí que este tipo de operación requería una decisión rápida y a mí no me gusta la prisa porque soy perfecionista y aspiro siempre a que mis trabajos sean una obra de arte. Creo que muchas veces lo consigo, pero dejaré que sea Ud,amigo lector, el que lo decida. Pero Pepe es un gran tipo y nuestra relación profesional se basa también en que él se gane la vida. Así que después de un día en que me ocupé en revisar nuestra base de datos - uno de nuestros secretos tecnológicos que voy a compartir hoy con Uds. - le llamé y le dije lo que él ya sabía.

- Muy bien, Pepe, vamos a vender ese cortijo. Hazte con los papeles en el registro de propiedad a nombre del antiguo propietario, obtén toda la información que puedas sobre el guarda y su mujer y ve mirando, con mucha discreción los locales comerciales de alquiler en [...] para montar una notaría.
- Ya tengo los papeles y la información sobre el guarda.
- ¿Ah sí...?
- Tengo los papeles de propiedad a nombre del antiguo propietario. Vive en Madrid, no se relaciona por aquí y no aparece en el listín telefónico. En cuanto al guarda y su mujer llevan viviendo allí todo la vida. Tienen un hijo que vive en Bremen y que les visita durante el verano y las navidades.

Pepe es así, rápido y eficiente aunque en este caso la información no era cien por cien exacta. Interpreté sus
respuesta como una advertencia: "si no haces esta operación la hago yo". Claro que Pepe sabe que una operación así no es tan sencilla y que yo soy de las pocas personas capaz de llevarla a cabo con éxito. Algo así como un buen director de proyecto o de teatro.

Se preguntarán si Pepe tiene "conexiones" en el registro de la propiedad y cómo es posible que el registro de la propiedad no esté actualizado al día. No voy a contestar a ésto porque, créanme, dormirán más a gusto sin saberlo.

A lo mejor han visto nuestro anuncio, no hace mucho tiempo: "Se vende cortijo". Breve, sin más datos y el número de un móvil. De hecho además de éste hubo otros anuncios de un par de inmobiliarias de ciudades algo alejadas. A las inmobiliarias la contacté por teléfono y me negué a darles más datos... por el momento, hasta que encontraran a un cliente interesado. De todos modos pusieron el anuncio y aportaron cierta credibilidad a la venta. La gente que busca cortijos - hay gente para todo - sueler leer cuidadosamente todos los anuncios. Por supuesto descarté todos los compradores conseguidos a través de las inmobiliarias y esperé hasta recibir la llamada que esperaba. Me sorprendió la cantidad de gente interesada en comprar cortijos.

- "Pues sí soy gran empresario del sector inmobiliario,... efectivamente promotor para ser preciso..."
- "Acabo de terminar dos mil viviendas en Marbella"... (Un tipo presumido, esto promete)
- "Bueno... busco una forma de invertir el dinero".
...
- "De acuerdo, le llamaré en un par de días". Una de mis normas fundamentales es verificar la identidad de mis interlocutores. No me gustan las sorpresas.

Es increíble la cantidad de confidencias que la gente está dispuesta a compartir por teléfono. Mucha veces lo hacen para presumir. Una persona observadora puede obtener mucha información usando estas debilidades, tan humanas. Si yo fuera un alto cargo de Hacienda - algo realmente improbable - utilizaría este tipo de métodos para localizar todos esos billetes que, aparentemente, sufren una vida de frustación en las cajas de caudales.

A Ud. y a mí - humildes mortales - nos costaría varios años decidir comprar un cortijo, aunque tuviéramos el dinero para ello. Pero un promotor del ladrillo no es ni como Ud. ni como yo. Algunas de estas personas recibe cada mes una cantidad en dinero negro suficiente para comprar varios cortijos. Para ellos una decisión de este tipo es como para nosotros decidir la cantidad de vinagre que añadimos a la ensalada. Eso sí son gente que utilizan abogados, verifican papeles, van al registro de la propiedad y comprueban casi todo. Claro que a veces, bajo cierto tipo de presión, cuando se les distrae o cuando creen haber encontrado una oportunidad única, pueden cometer pequeños errores. Esto también es muy humano.

Si es Ud. uno de los lectores que pasó el test del párrafo de más arriba y decide dedicarse a nuestra "profesión" recuerde mis consejos: cuide detalles como el "registro de la propiedad", abra una notaría de la noche a la mañana si es necesario para cerrar una operación de este tipo. En éste caso va Ud. a necesitar un local de alquiler, contratar una secretaria, un teléfono aunque no funcione, un "notario" y muchos papeles. ¿Lo más difícil de conseguir? Ya lo ha sospechado: los papeles. La logística es muy importante. Una notaría necesita un par de camiones de papeles como mínimo. Algunas notarías pueden perfectamente arrasar un bosque entero de papel en un mes. Le daré un último consejo: póngale Ud. al cortijo un precio exagerado. Este detalle cuenta a su favor. Por un lado el ladrillero se sentirá halagado porque Ud. piensa que él puede comprar una propiedad tan cara y por otro lado... les encanta regatear.

¿Cuánto saqué de esta operación? No me importa confesarlo: pues menos de lo que planeaba: unos tresciento mil euros después de pagar salarios y gastos, todo en negro, entregados ante "notario"... y verificados por una de nuestras máquinas. ¡Y ésto sólo por la señal¡ Detectamos algunos problemas gracias a unas conversaciones del promotor que conseguimos interceptar - ¡qué maravilla la tecnología! - así que decidí cancelar el acto final que debería haber tenido lugar en la oficina del "notario".

Pepe no intervino en esta fase del proyecto, pero ésta es una lista de los diferente personajes de mi "obra":

Acto primero (en el cortijo).

Juan Gudes, vendedor de cortijo ajeno.
Promotor con éxito, comprador de cortijo.
Abogado de Promotor.
Luis, guarda de cortijo.
Amalia, mujer de guarda.
Roberto, asesor inmobiliario de Juan y guardaespaldas.
Erika, sueca ("bielorusa") mujer de Juan. Su coqueteo con el comprador sume a éste en un complejo sentimiento de excitación, distracción y culpabilidad. Es un personaje clave en esta obra.

Acto segundo (en la oficina del "notario").

Los dichos, excepto guarda y mujer de guarda.
(Promotor y Abogado llevan cada uno un maletín discreto).
Don Ataúlfo, notario.
Srta. Jimena, secretaria del notario.

Ultimo Acto (en la oficina del "notario").
Suspendido.


Notas.

a) Se preguntarán Uds. ¿qué pasó con el guarda de verdad y con su mujer? Me avergüenza confesar que en ésto puedo haber cometido alguna ilegalidad. De todas formas nada serio y en términos de moral actual se puede calificar de "pecata minuta"... Pasaron una semana en un hotelito alquilado para este objetivo, permanente vigilados, pero tratados a cuerpo de rey. Alguien podría acusarme de secuestro. Pero, antes de juzgarme, déjeme que les dé algunos detalles: Ambos tenían libertad de andar por todo el hotelito y se les proporcionaron habitaciones separadas. El guarda se pasó toda la semana en su habitación acompañado por una extranjera joven, encantadora y muy complaciente. La mujer del guarda, se pasó la mayor parte del tiempo en la piscina tomando el sol y coqueteando con uno de los guardas, un rumano guapo en bañador y también muy complaciente. Parece que denunciaron el secuestro porque he leído en un periódico de la zona que hay una extraña banda de extranjeros que secuestra a parejas españolas para obligarlas a hacer películas porno. Es sorprendente la imaginación de que a veces hace gala la policía. El promotor sospechó del engaño dos horas después del segundo acto debido a cierta conversación con una habitante de [...] que según parece conocía al dueño inglés. Afortunadamente nuestros equipos nos permitieron seguir toda la conversación y cancelar el resto de la operación. Pepe, insiste que que la operación no parece haber trascendido.

b) Habrán detectado en mis memorias una cierta falta de respeto hacia la honorable profesión de notario. Bien... soy de los que opina que el respeto no se consigue mediante el "curriculum" si no mediante una conducta digna. El día que a Ud. le contrate una empresa recuerde que aunque tenga Ud un curriculum excelente la empresa le va a pagar por lo que Ud produzca ¿verdad?. El día en que aparezca en la prensa la noticia de que un notario ha denunciado a alguien por utilizar dinero negro en una transación comercial empezaré a replantearme mi opinión sobre ellos. Mientras tanto pensaré que están corriendo un gran riesgo: recuerde que algunos países funcionan perfectamente sin notarios.

c) A lo mejor piensa Ud. que en mis operaciones hay detalles altamente improbables. Efectivamente así es. Ahora bien... sólo llevo a cabo una de cada mil posibles operaciones, más o menos, porque he verificado que el éxito de mis operaciones es directamente proporcional a la cantidad de detalles improbables. Si el antiguo propietario del cortijo hubiera sido conocido en la zona o su número hubiera figurado en la guía teléfonica nunca habría llevado a cabo esta operación.

d) ¿Cómo consigue mi equipo la información? Pues sorprendemente de Internet y directamente de nuestros futuros "clientes" o de sus conocidos. Nuestros "agentes de software" leen de modo automático y constamente miles de foros y millones de páginas. A partir de esta ingente cantidad de datos nuestro software crea un "perfil" de cada apodo y conecta toda la información, incluyendo el estilo de los textos. Algunos de estos "perfiles" se convierten en lo que llamamos "identidades". A las "identidades" que han podido ser verificadas las denominamos "certezas". Algunas veces necesitamos información adicional, en ese caso... las preguntamos directamente. Empleo a un psicólogo sólo para ésto. Se sorprendería de los resultados.

e) En España hay aproximadamente unos 700.000 ciudadanos británicos. Todos "sabemos" que los ingleses descienden de los anglo-sajones, de los vikingos y en pequeña parte de los "celtas" y que los irlandeses, galeses y escoceses son fundamentalmente "celtas". Bien, mire Ud. el siguiente mapa. A menos que sea Ud una persona informadas sobre este tema seguro que le va a sorprender. Se refiere a la distribución del haplogrupo R1b, que se encuentra en el cromosoma "Y" y es el más frecuente en Europa:

Mapa del Haplogrupo R1b en Europa

Ahora lea lo que dicen geneticistas de Oxford sobre el origen de los habitantes de las islas británicas:

Mitos de la ascendencia de los británicos


El rastro genético relaciona a Escoceses e Ingleses con los ...

¿Qué dicen expertos geneticistas desde Dublín?:

Los Irlandeses no son Celtas

Fascinante, ¿verdad?. Estoy seguro de que la genética va a validar algunos mitos y tirar por tierra muchos otros, como por ejemplo el mito de que los españoles somos diferentes unos de otros.


Juan Gudes, Lausanne, 7-Feb-2007

sábado, 3 de febrero de 2007

Operación "Amigos para siempre"

At length corruption, like a general flood
(So long by watchful ministers withstood),
Shall deluge all; and avarice, creeping on,
Spread like a low-born mist, and blot the sun.
- Alexander Pope, Ensayos morales.

Por fin la corrupción, cual general diluvio
(habiendo resistido al ojo funcionario)
ha de inundarlo todo; la avaricia, arrastrándose,
ha de extenderse, ruin como la bruma, hasta ocultar el sol.
- Traducción del autor.

Quizá la honestidad, como la corrupción, esté asociada a los genes. A lo mejor el ser conservador o progresista - así, sin apellidos - viene marcado por ellos. ¿Nunca ha pensado ante un desconocido: un señor de derechas... o de izquierdas? ¿Se imaginan a mi paisano el Sr. Rajoy Brey como un señor de izquierdas pregonando que hay que acabar con la corrupción y subir el salario mínimo? No, hay algo en sus genes que lo impide. Probablemente no es malo que así sea y que haya gente de ambos tipos: los mecanismos de realimentación negativa son fundamentales para la estabilidad de los sistemas. Los seguidores de la psicología evolutiva van más allá, al sugerir que somos esclavos de nuestros genes. No sé si ésto es así y hay gente que tiene sus dudas, pero si así fuera explicaría mi conducta: me mueven la honestidad y la venganza, soy un Robin Hood anticorrupción. Y a veces, sin que pueda evitarlo, mis genes me llevan a situaciones inauditas.

Después de la operación "Primo de Inmobiliario", de la que espero, amigo lector, tenga Usted cumplida información, vinieron muchas otras. Siempre me ha gustado la operación "Amigos Para Siempre" porque fué sencilla, rápida y tiene algo de artística. Con frecuencia comienzo mis planes con preguntas. ¿Cuáles son los sentimientos que mueven a la gente? ¿La fama? ¿El amor? ¿La Amistad? ¿Quizá el miedo, el odio o la avaricia? Yo pienso - soy un optimista - que el más fuerte y duradero es la amistad. Quizá esté de acuerdo. Unos pocos sentimientos básicos pueden, a veces, explicar nuestro comportamiento y buen profesional en la línea de "trabajo" a la que me ha llevado la vida o la venganza, tiene que plantearse estas preguntas y tomarlas en consideración para el éxito de una operación. En todo caso mi primera pregunta es siempre la misma: "¿En dónde está el dinero?"

Una vez preguntaron a un famoso ladrón por qué robaba bancos. Y respondió: "porque es donde está el dinero". Pero ya no es así: el dinero de los bancos es, hoy en día, más que nada, una agrupación de bits en una base de datos. No es mi especialidad y - permítanme que insista - soy un ladrón de ricos corruptos, no de pobres. Pero hay un río muy caudaloso de dinero en metálico que se mueve en maletines y discurre por esas instituciones tan españolas - y tan innecesarias - que son las notarías. Esto es muy conveniente, incluso para el nuncabajista e ínclito Sr. Solbes, porque, aunque este dinero no forma parte del PNB, tampoco se tiene en cuenta para los cálculos de la inflación. Para mí esta situación... también es muy conveniente.

¿Cómo puede ser que estas instituciones que, según parece, están destinadas a verificar la legalidad de las operaciones comerciales, sirvan para garantizar la corrupción? ¿Por qué muchos notarios sufren últimamente de incontinencia y tienen que ir al servicio con tanta frecuencia, justo antes de firmar? No soy yo el que debe responder ésto, lo que sí sé - porque he hecho mis averiguaciones - es que son muy pocas las operaciones inmobiliarias que implican dinero negro que se hacen al margen de ellas, por el riesgo que conlleva. Nuestro famoso ladrón, de vivir hoy en día, robaría en las notarías "porque es allí donde está el dinero".

Ya sé qué está pensando, paciente lector: Irrumpí con mis "socios" pistola en mano en una de ellas y me llevé varios maletines repletos de billetes de 500 euros. No. Ya saben que no es ése mi estilo y la realidad suele ser más complicada. En primer lugar... en este caso el dinero robado era mío y falso; bueno, en realidad era del bueno de Boris ¿o es Iván? Al fin y al cabo un artista retiene ciertos derechos sobre sus obras de arte y Boris es un artista: el mejor. Y en segundo lugar... detesto las armas de fuego. Aunque sí es cierto que en mi operación "Amigos Para Siempre" fue utilizada una pistola y hubo una persona herida: ¡Yo!. Y lo peor de todo es que... ¡ése era el plan!

Contacté con... llamémosle Karl. Me gusta trabajar con él porque es un profesional inteligente y porque cuando no sabe algo te lo dice. Una vez puse un anuncio para contratar a un especialista en protocolos para mi empresilla de ingeniería aquí en Suiza. Entre otras personas, se presentó un joven que tenía un buen curriculum, breve e impecable. Le pregunté si era un experto en el protocolo en cuestión y me contestó directamente que no, así sin más. Le contraté inmediatemente. Karl también es así. Sólo los sabios conocen su ignorancia (Sócrates dixit).

Los detectives de la policía son gente lógica. Están entrenados para ello, aunque hoy en día están cargados de trabajo. Ellos disponen de unos pocos días para resolver un caso. Yo dispongo de meses para planearlos. Eso no es justo, porque yo juego con ventaja. Pero son mis aliados en la lucha contra la corrupción y por ello trato de facilitarles su trabajo. Si yo hubiera contratado a Karl para que, sencillamente, robara el maletín de la persona que me vendió un VPO dúplex de "alto standing" - juro que no sabría cómo traducir esto al inglés - a lo mejor no estaría ahora usted leyendo ésto: yo sería el primer sospechoso y las cárceles no suelen proporcionar a sus huéspedes una conexión xDSL. Por cierto, un VPO dúplex es lo que resulta al conectar dos viviendas VPO de 90m2 mediante una escalera interior. Se considera de "alto standing" cuando el portal es de mármol sencillito en lugar de loseta. A veces también se denomina así a edificios completos cuando las vecinas visten abrigos de pieles, verano incluido o hay siempre un señor a la puerta, vestido de almirante.

Contraté a Karl para que le robara el maletín al pasapisero y ... ¡para que me pegara un tiro! Karl no acababa de creérselo, pero aquél día empezó a sospechar que yo tenía una faceta artística. Confieso que es cierto: hay gente a la que le gusta conocer sus límites. El boxeador no es un tipo más bruto que el resto de mortales, es alguien que sabe que un puñetazo en el rostro no es tan doloroso, forja el carácter... y da dinero. A lo mejor piensa que mis métodos son ilegales y arriesgados. ¿Es delito contratar a alguien para robar dinero falso? ¿En un caso así el ladrón debe recibir pena de cárcel o una condecoración? ¿Es delito pagarle a alguien para que le pegue a uno un tiro en el brazo? No voy a responder a ésto porque no aún no están preparados para conocer la respuesta.

A lo mejor han leído sobre robos de maletines a la salida del notario. Estos días es un robo frecuente. "Because that's where the money is". Interpretado con la moral actual es algo así como el trasvase Tajo-Segura: una redistribución social de los recursos. Lo que no sabrán es que yo introduje esa modalidad unos meses antes de mi operación "Amigos Para Siempre". En realidad no hubo robos, aunque sí hubo denuncias, por teléfono. La policía gusta de descubrir detalles similares en sus bases de datos: lo llaman "El Modus Operandi". Yo, que aunque soy su aliado "opero" desde el otro lado del tablero, uso otro término: "Estrategia de Distracción" o "Trampa Lógica".

Soy una de esas personas que genera empleo con sus "actividades". Si son observadores se habrán fijado que ahora en cada notaría hay un señor fuerte y trajeado que parece no hacer nada y nunca se desabrocha la chaqueta. Debe de estar allí para que a los notarios no les roben los papeles. ¡Imagínense el caos! Ahora calculen ustedes: si hay cien mil notarías en España, tirando por lo bajo, son cien mil vigilantes. ¿No les parece que el Sr Caldera - ese tipo simpático que lleva la cuenta del empleo mileurista - me debería dar una medalla?

¿Para qué continuar con los detalles? Una notaría retirada, una calle medio desierta, un tercer piso sin ascensor. Hay que simplificar. Los anglosajones lo llaman el principio KISS ("Keep It Simple, Stupid"). Si es usted ingeniero como yo habrá oído hablar de él. Si además es usted bueno, lo utilizará. Fue una operación muy rápida y no hubo carreras por la calle: eso en las películas sólo sirve para crear tensión y con algo hay que llenar una hora de espectáculo. Pero no es mi estilo: Karl y su ayudante, a los treinta segundos de asaltarnos, estaban tomándose una cerveza en un apartamento del entresuelo, mientras yo, con el brazo quemándome y sangrando, y mi ya eterno amigo, el pasapisero, preguntábamos a los escasos transeúntes si habían visto a dos hombres huyendo. - "Me dio en el brazo, estoy bien, el maletín es lo importante" - "¿Han visto dos tipos altos con pinta de extranjeros?" - "¡No¡, ¡no!, dos tipos normales con acento catalán. ¿Los han visto?".

Tuve algunos sentimientos conflictivos y al borde estuve del arrepentimiento, cuando el pasapisero, junto con la policía, me visitó en el hospital y me dijo que, aunque hubiera perdido doscientos cincuenta mil euros, me estaría eternamente agradecido por haberle salvado la vida al, valientemente, interponerme entre él y el ladrón. Me confesó que hubiera sido mejor haber recibido todo el pago en el cheque a pesar de la plusvalía. Pero era tarde, el dúplex ya era mío, él tenía más y en realidad había recuperado lo que le costó. En la vida he hecho muchos amigos - soy un tipo simpático - pero debo reconocer que nunca de forma tan extraña. En mi árbol de Navidad - de plástico, soy ecologista - nunca falta su postal.

Suprimí la escalera interior y vendí uno de los pisos a una pareja con tres críos, ella una mujer muy guapa y sin teñir, él con un trabajo honesto en una de las pocas fábricas que quedan en España desde que llegó el tsunami del ladrillo. Recuerdo que eran aragoneses. Nunca entenderán por qué se lo vendí a mitad de precio. ¿Qué le vamos a hacer? Soy un tipo sentimental y siempre he tenido debilidad por las gentes de esa tierra magnífica. Para evitar toda especulación incluí un pago aplazado, que no voy a ejecutar. El otro piso se lo vendí, en las mismas condiciones, a un joven mileurista, García de apellido, que buscaba un lugar para hacer el amor con su novia. No utilizó esa palabra - en ésto soy un puritano - pero ése era el plan. Me pareció una razón convincente. No está de más que en el futuro haya al menos un García en la guía telefónica.

No saqué mucho de esta operación, la avaricia no es lo mío: treinta mil euros, el inestimable conocimiento de que un tiro en el brazo es mucho menos duro que el fin de mes de un "mileurista" ... y un amigo. Pero al final... el dinero se va, las cicatrices curan, el conocimiento persiste... y los amigos... bueno... algunos amigos son para siempre...

Sobre todo si les has salvado la vida.


Notas: a) García es el apellido más frecuente en la España de hoy. ¿Lo será dentro de 30 años? Seamos abiertos y tolerantes... pero sin suicidarnos. ¿El apellido más frecuente en Galicia? Rodríguez.

b) Confío en que interpreten estas confesiones como lo que son: una paradoja moral, una clase de moral gratuita de este Robin Hood moderno que lo es suyo:

Juan Gudes, Lausanne, 3-Dec-2006.

Operación "Primo de Inmobiliario"

Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. (La familia de Pascual Duarte, C.J.Cela)

Mi familia, desde que yo recuerdo, ha sido clase media, complejos incluídos. En las tierras gallegas de las que procedemos hemos producido campesinos, abogados, carniceros, médicos y ... emigrantes, claro. Algo de todo. Yo soy ingeniero, como otros son electricistas, notarios o vendedores de lotería. Yo, amable lector, era ese compañero de clase que siempre se sabía las respuestas y al que los profesores se dirigían con respeto. Vamos... El listo de la clase. Bondadoso, honesto, un ángel vamos. Nunca se me ocurrió pensar que la vida me resultaría tan difícil. Enseguida encontré un trabajo de esos que dicen "de mil euros", me busqué novia con las santas intenciones de reproducirme y me puse a ahorrar, como un obseso, para comprarme piso. Cuando conseguí ahorrar 20.000 euros, al cabo de cuatro años de privaciones, fui al banco con toda la ilusión del pobretón que se cree rico para ver qué piso podía permitirme con aquella "fortuna". Pero por aquellos días los dioses estaban en mi contra. El director del banco me preguntó por mi sueldo, me habló de avales, me interrogó sobre propiedades o fincas recalificables paternas o maternas. Me contó como funcionaba el sistema; me miró compasivamente como se mira a un pardillo o a un chaval de 15 años y me animó a volver cuando hubiera ahorrado por lo menos 50.000. Volví a casa de mis padres deprimido. Me miré en el espejo y me pregunté qué estaba haciendo mal. Allí estaba yo... un tipo guapo, inteligente, atlético, bien plantado, con casi treinta años, carrera superior, en la flor de la vida y... sin futuro. En la tele de esos días sacaban a un pocero, feo, bajito y despótico, con cara de mala leche y que acababa de comprarse un yate de muchos metros. Algo estaba haciendo yo mal... A lo mejor, yo era uno de esos pardillos que nunca entendería cómo funcionaba el sistema.

Pero eso fue hace cuatro años. Hoy tengo un chalet en Suiza - sólo uno, la avaricia no me produce placer alguno - una cuenta en las islas Caimanes, otra en un banco de Zurich y mi propia caja de seguridad en un banco de Lausanne. Mis vecinos se refieren a mí como "Monsieur X, l´ingenieur espagnol" y creen que vivo de mi empresilla de ingeniería. Pero éso no es más que una tapadera. En realidad soy una versión actual de Robin Hood...

Mi DNI dice que soy Juan Gudes. En realidad no me llamo Juan y Gudes es sólo el pueblo de alguno de mis antepasados. Si estuviera en Galicia, a lo mejor me llamaría Xan Gudes y haría los surcos del centeno más derechos del pueblo, tal cual los hacían mis antepasados. Al fin y al cabo heredé sus huesos fuertes de campesinos. Pero en Madrid soy Juan, Juan Gudes, así a secas y aquí el sobrevivir requiere de habilidades muy distintas. Elegí ese nombre porque Robin Hood sería demasiado obvio, porque odio los nombres largos y sé que los nombres vagamente germánicos producen una atración fatal y antigua entre los españoles. Soy de los que creen que las españolas no se tiñen de rubias por parecer hermosas sino para parecer ricas: la versión capilar del "hacerse de los godos" de otros siglos. Saben que los godos eran los ricos y eso es cierto, pero ignoran que entre los godos, como entre los alemanes modernos, predominaba el pelo oscuro. Pero el mito subsiste y hay que aprovecharlo. Mi vecino Stephan que es suizo, moreno pálido, como la mayor parte de los suizos, y hace gala de un humor irónico dice que "En España todas las mujeres son rubias y todos los hombres son morenos". Yo me río, ¡claro! y le doy la razón.

Falsificar mi DNI fue la parte más difícil pero he jurado secreto... y con mis amigos cumplo mi palabra.

Mi primer negocio fue la "Operación Primo de Inmobiliario". Un buen nombre es un comienzo fundamental para un buen negocio. Un negocio pequeño suele basarse en pequeñas operaciones de compra-venta. Pero para un gran negocio tienes que comprar y vender... a lo grande. No es difícil encontrar a alguien que tenga uno, dos, tres pisos vacíos de VPO. Basta buscar entre los familiares de concejales, arquitectos, aparejadores o promotores de medio pelo. Cualquier inmobiliaria o hijo de vecina tiene esa información y por tanto ahí no hay negocio. Encontrar a alguien que tenga 20 a la venta es algo más difícil. Pero si te dejas caer por los ayuntamientos y preguntas aquí y allá, a lo mejor un buen día conoces a un concejal de urbanismo... durante un partido de golf, ¡oh la casualidad, esa gran aliada del hombre previsor! Este es un negocio para el que se necesitan diversas habilidades,como la de jugar al golf. Estas cosas llevan tiempo y cuestan dinero pero pueden ser muy entretenidas. Es fundamental hablar mucho pero sin decir nada, contar y reir los chistes malos. Es fatal hacerse el listo. No hay nada más patético. No se debe presumir de rico, ése el error típico del alma cándida. Basta parecerlo. Parecer rico y ... levemente tonto.

Al final aparece el tipo de los 20 pisos de VPO. Su nombre figura en una lista oscura que sólo el promotor - en este caso su cuñado - conoce. Tú sabes que tiene prisa... hay que vender antes de escriturar. Esa prisa corre a tu favor pero tú debes mantener la calma. Tu próximo objetivo es simple: convertir a Manolo en ese amigo con el que te vas de juerga. - "Tengo dos amigas suecas para el fin de semana" - "Aquí Manolo, Aquí Erica". Manolo está casado con la hermana del promotor, un tipo importante, y ésa es problabemente su única ventaja en la vida. Pero Erica, que en realidad es bielorusa, tiene, además de algunos atributos más que obvios, clase y eso que los franceses y los españoles pijos llamamos "charme". Manolo, no tiene clase, ni es sutil ni un gran experto en cuestiones tribales y no distinguiría el acento sueco del cantonés. Pero, de mi mano, está a punto de descubrir otras formas de vida. No hay que pasarse, ni tratar de asombrar. Hay que ser natural. Este negocio es, sobre todo, una cuestión de estilo. Nada de coches lujosos, esos quedan para la mafia de la droga: Un coche oscuro, de alquiler, discreto y sólido de esos que sugieren una cuenta corriente también sólida. No hablas de tí, para eso está Erica o ese amigo que "casualmente" te encuentras en el bar: "Tu amigo el ministro de tal, aquél tipo muy situado en Hacienda y experto en inspecciones. Pololo, ese amigo que sale tanto en los programas del corazón". Aquí tienes que adaptarte a los gustos y a las admiraciones de Manolo. Hay que ser consistente y mantener claro el objetivo: conocer a tu ya amigo, Manolo, sin que el realmente sepa nada de tí. El día que terminas en su chalet de la sierra con las dos suecas bielorusas ya puedes relajarte: te has ganado su confianza: No hay nada que una tanto a los hombres como la fornicación o un secreto de cama. Es una cosa genética y ya viene de antiguo. En unas pocas semanas te hablará de sus negocios. Mantén la calma, guíale lentamente con una frase aquí y otra allí. Sin interés, con calma. El tiempo corre a tu favor.

La operación "Primo de Inmobiliario" me costó seis meses y 30.000 euros, la mitad de mis ahorros y eso no incluye la fianza de 100.000 euros para la que tuve que pedir un crédito. Claro que esa parte la pagó el banco, partida de impagados - "Para comprar dos pisos" - les dije. Hicieron sus indagaciones. - "No hay problema. El promotor es sólido y nos ha hablado muy bien de tí y la garantía es la vivienda. Firma aquí". Manolo insiste que ha pagado 50.000 euros a cuenta por cada piso. Eso es lo me vende y lo que figurará en el documente. El resto, en negro, otros 50.000 por cada piso. Yo no tengo necesidad de verificar nada mientras el promotor me entregue un documente que vale 50.000 euros por vivienda. No me importa si Manolo ha pagado o no. Al fin y al cabo ¿cuánto cuesta la tinta de un bolígrafo si tu cuñado es el promotor? ¿Para qué están los cuñados sino para hacer de primos del promotor, que es el que realmente hace el negocio. Me hago el remolón durante unos días: "Eso es una fortuna" - "Tú eres el que hace le negocio porque puedes sacarles el doble". ¡En eso llevabas razón, Manoliño! - "Al contado" - "Of course, Manolo, al contado" - "Y en billetes pequeños" - "Of course!, Manoliño, y en billetes pequeños"

No soy un tipo nervioso, nunca lo he sido. He templado mi carácter con el deporte, sobre todo escalada. Cuando estás en una pared casi lisa a 100 metros de altura en cabeza de cordada, sin apenas un "garbancito" en el que apoyar la bota puede que seas tonto o estés loco, pero se puede apostar sin riesgo que no eres un tipo nervioso. En seguida comprendes que allí - como en la vida - sólo hay dos salidas: hacia abajo con una torta de consecuencias impredecibles o hacia arriba con el éxito. El cálculo es sencillo: cinco metros de cuerda hasta el seguro son diez de caída. Un momento de indecisión y pronto estarás encima de esas rocas si es que la cuerda aguanta. Eso te templa para estos negocios. Hace falta mucha sangre fría para aparecer en la oficina de un promotor gordo con una cartera de billetes, casi todos falsos, para comprar 20 viviendas, protegidas por la amabilidad de papá Estado. Pero Boris, que trabaja en Francia, pasa por búlgaro aunque en realidad es moscovita y a lo mejor se llama Iván, es un gran profesional y el mejor en su línea de trabajo. Boris es caro - "el papel es genuino", insiste - pero en estos casos la calidad es fundamental. - "Fíjate en la marca de agua. Es una obra de arte". Reconozco que los billetes de 500 no son lo suyo. Pero los de 20 los borda y la gente, por razones obvias, prefiere el billete pequeño. Sin duda verificarían los grandes, de 500. Sin problema, no muchos, pero todos legales.

La vida profesional de un ingeniero está llena de detalles y mi experiencia profesional había sido una excelente preparación para mi nueva "carrera". "The devil is in the details", gustan de decir los anglosajones. Nada más cierto. Es fácil detectar a un ignorante porque suelen hablar de generalidades y jamás de detalles. Pero en éstos reside el éxito de una operación así. Claro que muchos de estos detalles, como la tecnología moderna que usamos, forman parte del "know-how" y si se los contara a Ud., amigo lector, pondría en peligro el futuro profesional de gente como yo.

Manolo tiene prisa en firmar. El promotor no sabe por qué. Yo sé que ha quedado con Erica que "se vuelve a Estocolmo" y planea pasar con ella el fin de semana. Ni se me ocurrió pensar que sospecharía algo: la bragueta está muy alejada del cerebro. De lo contrario, no habría humanidad y Ud, lector, no estaría ahora sonriéndose o descojonándose. Manolo cuenta y revisa los billetes pero está claro que nuestra amistad es su mejor garantía y eso bloquea su capacidad lógica. Los billetes saldrán de casa del promotor con Manolo - hay que mantener las formas - y se quedarán en algún rincón durante unos días. ¡Qué maravilla que los bancos cierren por las tardes! Erica insistirá - "es la última vez, mi amor" - en pagar todos los gastos del fin de semana. Es una chica lista. No es que importe mucho pero éste es el tipo de cosas que reduce el riesgo aunque disminuya algo el beneficio.

Al día siguiente habrá que firmar el traspaso de cada uno de los pisos a mis compradores. Esta ha sido la parte fácil, aunque he tenido que hacer una selección entre muchos indecisos con la ayuda de una inmobiliaria que ha servido de pantalla y se gana una buena comisión. No hay nada ilegal en todo ésto. El promotor se asombra un poco de tanta rapidez pero tiene excelentes referencias por parte del cuñado, que en esos momentos estará aún en la cama. Empieza a sospechar que soy un pasapisero listo porque he vendido antes de comprar. - "No hay nada como las operaciones rápidas. Deberías trabajar para mí" - "Bien, el martes quedamos para una partidita de golf y lo discutimos". Ya soy como de la familia. Los compradores me pagan más de lo que yo he pagado, 50.000 al contado y el resto a plazos. El promotor les da los justificantes y a mí me dan los avales de sus bancos para los pagos aplazados mientras la chica de la inmobiliaria, una casa seria, me echa una mano. Hay que mantener las buenas formas del capitalismo. No hay nada más sospechoso que vender por debajo del coste. Incluso hay leyes contra éso. Pero aún no saben que no tendrán que pagar los pagos aplazados y que los avales, realmente, no eran necesarios. Soy un profesional decente, no un pasapisero. Me parece inmoral robar a un señor decente. Como Robin Hood, soy un ladrón de ricos, no de pobres y no les vendrá mal parte de esas cantidades para pagar al abogado si es que tienen que defender la impecable legalidad de la operación. Pero ellos son veinte, se conocen entre sí y estoy seguro de que el promotor no hará nada... y desde luego no aportará prueba alguna. Aunque revisaran cada uno de los billetes o los rincones de su oficina o de la casa de la sierra no encontraría ni una sola huella mía. Cada problema tiene su tecnología. Eso es de Boris o Iván, búlgaro o ruso, al que nunca colaron un billete falso. De
esto estoy seguro.

¿Has oído hablar, amigo lector, del timo a un promotor por parte de un tal Juan Gudes hace unos tres años? Claro que no. Estos delitos, como los ataques a la seguridad informática de los bancos, nunca ven la luz. Es parte del negocio.

La última vez que estuve en Madrid, ví que la urbanización estaba terminada. Había unos cuantos niños jugando en el jardín. Me hace ilusión el pensar que si tienen vivienda es gracias a mí. A lo mejor algunos de ellos, de no ser por mí, no existirían. A pesar de ser rico - nada del otro mundo - sigo siendo un tipo sentimental.

Me despido por hoy, pero no se pierda, amigo lector, una de mis operaciones más complejas. En mis archivos figura bajo el título de "Operación Sexo y Folklore Cutres en Marbella" y la considero mi obra maestra, aunque detesto el folklore malo y en cuanto al sexo la verdad... soy todavía discreto y puritano. Hay cosas de nuestra educación que la clase media, en el fondo... el fondo... nunca superaremos.


Notas:


a) El atento lector habrá, sin duda, detectado una pequeña inconsistencia en mi operación "Primo de
Inmobiliario". En mi profesión, a pesar de una cuidadosa planificación, siempre hay imprevistos y una de ellas fue que el primo resultó ser cuñado aunque ambos cuñados acabaran haciendo el primo. La vida está llena de estas pequeñas ironías y un buen profesional como yo sabe cómo utilizarlas en su beneficio: Les apuesto un Boris genuino de 100 euros que ni la mujer de Manolo ni el promotor conocen todos los "detalles" de esta operación.

b) ¿Qué pasó con los billetes del bueno de Boris? ¿Acabaron en el mercado? ¿Se quedó Manolo con los pocos billetes buenos y le dio al promotor los falsos? ¿Habrá sospechado el promotor de su cuñado? Tendría gracia, ¿verdad? No hay nada más detestable que un cuñado rico. No puedo contestar a estas preguntas: una de las frustraciones de mi profesión es no poder quedarme para conocer el desenlace. Si sé que Erica montó en Bielorusia un bar de alterne. Siempre fue su ilusión y la verdad, se lo merece, hizo un gran trabajo.

c) La vivienda en España está a precios imposibles para toda una generación de jóvenes destinados a la esclavitud o a la rebelión. Pero la realidad es que con un poco de creatividad uno puede acabar consiguiendo una vivienda, utilizando uno u otro método; algunos honorables, como la patada a esa puerta de VPO vacía; otros menos honorables y levemente ilegales, como los mìos. En todo caso, anímense señores, no dejen que se les pase el arroz... que la vida es breve, aunque puede ser hermosa, que los gobiernos van a lo que van así que no esperen NADA de ellos y ... que el que roba a un ladrón... bueno... ya saben. Eso sí... de comprar NADA... no antes de que todos los ladrones - de pobres - se arruinen. Si tienes ansiedad por comprar... vente a Suiza, en donde una casita decente para la clase media cuesta lo que un piso de 80 m2 dando a una calle cutre y ruidosa en Madrid con unos salarios que son el doble de los de ahí. Si lo sabré yo que pago cuatro sueldos. Eso sí, religiosamente, como todo en Suiza.

Un saludo,

Juan Gudes. Lausanne. 29-Nov-2006.